- 4 Laminas de pasta brick.
- 400gr de Salmón.
- 1 Puerro.
- 1/2 Cebolla.
- 1/2 Calabacín.
- Queso brie.
- Eneldo.
- 1 Limón.
- Aceite.
- Sal.
- Pimienta.
- Vino blanco.
- 1 Huevo.
- Vinagre de Módena.
Se enjuaga el salmón y se pone a macerar con el zumo del limón y el eneldo una media hora.
Se pica la cebolla, el puerro y el calabacín, todo en taquito pequeños.
Se pone en una sartén un poco de aceite (no mucho que puede quedar demasiado aceitoso y estropear el plato), sofreímos primero la cebolla, cuando este casi pochada se echa el puerro, y después el calabacín. Se añade el vino blanco, sal y pimienta, y se deja reducir a fuego lento, teniendo cuidado que no se queme.
Por otro lado, se pone en la plancha con unas gotitas de aceite el salmón (ya macerado y salpimentado), primero por la parte de la piel y cuando este dorado se le da la vuelta. (hay que tener en cuenta que no se haga demasiado porque quedaría muy seco).Se aparta y se le quita la piel, las espinas y lo cortamos en trocitos.
Cogemos una lamina de pasta brick y en el centro se coloca un poco de verdura, encima se le pone trocitos de salmón y una rodajita de queso brie, y un poco más de verdura. Envolvemos el relleno con la pasta como un rollito de primavera (si se quiere, se puede decorar con un lazo utilizando una tira de puerro) y se pinta con huevo. Se mete en el horno calentado previamente a la temperatura de 150º hasta que se dore, aproximadamente unos 10 minutos.
Decoramos el plato con balsámico de vinagre de Módena, y servimos los crujientes de salmón con un poco de eneldo.
A comer!!!!!