- 500 gr de Almejas
- 4 Dientes de Ajo
- 4 Cucharadas de Aceite de Oliva
- 1/2 Copita de Vino Blanco
- 1/2 Cucharadita de Pimentón Dulce
Enjuagaremos muy bien las almejas, varias veces bajo el grifo para quitar las impurezas de la cascara, y la dejaremos unos 30 minutos metidas en agua con sal. (Así, irán soltando las impurezas que tienen dentro, como arenilla; cosa que si no se quita es muy desagradable al comerlas). Si tenemos tiempo se cambia el agua con sal cada 15 minutos, hasta que vayamos a cocinarlas.
Ponemos el aceite a calentar en una sartén. Pelaremos los ajos, los cortamos en laminas y sofreímos pero sin dejar que se pongan dorados, ya que pueden amargar. Seguidamente se le añade el pimentón.
Se sacan las almejas del agua y se añaden a la sartén, pondremos el vino blanco y taparemos para que se abran.
Una vez que veamos que están abiertas quitamos del fuego y servimos. Hay quien les echa perejil picado, pero como no soy muy amante al perejil... lo suprimo. jejejeje
Como habéis visto no le hemos puesto nada de sal, no les hace falta porque saldrían muy saladas.
Pues nada, a comer!!!!!!!
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