Como tenemos tan cerca el día de los enamorados os dejamos otra receta para San Valentín!!!! Unas galletitas de limón en forma de corazones, ;-). Un detallito muy "cuqui" para regalarle a nuestra pareja. Esta vez las hemos decorado con glaseado, son fáciles y muy entretenidas, para pasar una buena tarde. Podemos decorarlas de forma personalizada y dejarle mensajitos (de amor claro... jijiji).
Para las galletas de limón necesitaremos los siguientes ingredientes:
- 1 Taza de mantequilla a punto de pomada.
- 1 y 1/2 Taza de azúcar.
- 3 Huevos.
- 3 y 1/4 Taza de harina.
- 1/2 Cucharadita de sal.
- 1 Cucharadita de levadura.
- 1 Cucharadita de esencia de limón.
- 1/2 Cucharadita de ralladura de limón.
- 1/2 Cucharadita de ralladura de naranja.
Los ingredientes para el glaseado real son:
- 1 Clara de huevo.
- 1 Cucharada de limón.
- 200gr de Azúcar glass.
- Colorante rojo alimenticio.
Empezaremos haciendo la masa de las galletas. Como no tenemos esas magníficas batidoras que salen en la tele.. =( , utilizamos la normal.
En un bol se mezcla la mantequilla y el azúcar con la varilla hasta que tenga una textura cremosa (veremos que coge un color más clarito). Echamos los huevos uno a uno, batiendo todo cada vez que echemos uno; tamizamos la harina y la levadura, la agregamos poco a poco a la masa que tenemos, echamos la sal también y con una lengua mezclamos con movimientos envolventes, dejamos que se vaya integrando la masa, cuando hayamos añadido toda la harina ya podemos echar la esencia de limón, la ralladura del limón y de la naranja, seguimos moviendo hasta que sea una masa homogénea y este todo integrado.
Tapamos con papel film y la metemos en el frigorífico 2 horas mínimo, si la dejamos de un día para otro será mucho mejor.
Cuando la saquemos del frigorífico la extendemos en la mesa de trabajo y la estiramos con el rodillo, harinando la superficie para que no se pegue, dejaremos la masa de unos 4mm de grosor y con un cortapasta de forma de corazón las iremos cortando.
Las metemos al horno previamente calentado a unos 180º, hasta que estén doradas.
Cuando las saquemos del horno las pondremos en una rejilla para que se enfríen y cuando estén completamente frías las podremos decorar, o comerlas tal cuál. Nosotros hemos usado un glaseado real para darles un toque de color.
Ahora nos pondremos hacer el glaseado real, en un bol echaremos la clara de un huevo y la batimos hasta que este espumoso, le echamos el zumo del limón, seguimos batiendo y poco a poco le vamos añadiendo el azúcar glass previamente tamizado (es importante para que el glaseado no quede con grumos) lo vamos mezclando hasta que este todo homogéneo; seguiremos añadiendo azúcar glas hasta que veamos que tiene la consistencia casi de pasta de dientes. (Si vemos que el glaseado esta muy espeso solamente tenemos que añadir unas gotitas de agua, si es al revés, y vemos que queda muy líquido pues añadimos azúcar glass hasta que tenga la consistencia deseada).
Separamos el glaseado en dos bol, uno lo teñimos con colorante rojo y el otro lo dejamos en blanco. Para que no se seque el glaseado lo cubrimos con papel film siempre tocando el glaseado.
Metemos cada color en una manga pastelera, con una boquilla muy fina redondita, y empezamos a decorar las galletas.
Con el rojo perfilamos la galleta, luego la rellenamos con el mismo color, y nos ayudamos con un palillo de dientes, movemos con cuidado el glaseado para que quede liso. Con el blanco le hacemos los dibujos que queramos, hacemos las letras, dejamos mensajitos, etc. Esto es dejarse llevar por la imaginación.
Dejaremos secar las galletas mínimo unas 5 horas, (si os podéis resistir... jeje). Ahora en serio, dejaremos que estén completamente secas, y listo para comer.